CÓMO DESTRUIR LA REPUTACIÓN DE UNA MARCA EN TIEMPO RECORD

Hasta hace unas pocas semanas el 99,99% de la población española desconocía la existencia de una marca que acaba de emerger a la opinión pública: la plataforma Castor, dedicada a la extracción de recursos naturales del fondo submarino e instalada entre la provincia de Castellón y Tarragona.

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Pues bien, creo que han batido un record que jamás hubiera imaginado: han pasado en 3 semanas de ser una de las marcas más desconocidas a ser una de las más desprestigiadas y odiadas por los ciudadanos, sobretodo de esa zona. Han conseguido en un tiempo récord pasar de ser una empresa totalmente desconocida a tener su actividad, es decir la licencia para operar, totalmente suspendida hasta nueva orden por parte del Ministerio de Industria.

¿Por qué ha ocurrido todo esto?, ¿cuáles han sido los principales errores que se han cometido?, ¿cómo se ha llegado a esta situación?

La plataforma Castor que ha representado una inversión de 1.200 millones de € según parece por todos los informes realizados, ha sido la causante de más de 500 terremotos sísmicos en un mes, algunos de ellos de casi 4 grados en la escala de Richter, que ya se consideran peligrosos para la población.

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Creo que algunos de los errores más graves cometidos por la compañía explotadora han sido:

–  En primer lugar y al inicio del problema, un nulo nivel de información a la población.

–  En segundo lugar, no reconocer los errores propios, que los ha habido sin duda.

–  Y en tercer lugar, un retraso en informar a la opinión pública, una vez desatado el problema, sobre lo que allí estaba ocurriendo.

Desafortunadamente, estos errores siempre se intentan subsanar deprisa y corriendo pero son esfuerzos en vano por que llegan tarde y mal, ya que las consecuencias han sido nefastas para la compañía explotadora: manifestaciones de ciudadanos, políticos locales y autonómicos rebotados, investigaciones judiciales en marcha, paralización de la actividad para operar “sine dia” y demandas judiciales en curso.

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Parece mentira que en pleno siglo XXI existan compañías de sectores tan sensibles a la opinión pública que sean incapaces de tomarse en serio la estrategia de la comunicación y de la transparencia como algo fundamental para la construcción de la reputación de una marca.

Es por desgracia otro claro ejemplo más de porqué las marcas deben invertir en construir su reputación día a día, para poder afrontar así posibles situaciones de crisis reputacional en mejores condiciones.

No se si otras compañías sabrán sacar conclusiones sobre este caso, pero considero que se debería tener en cuenta como ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas.

 

Carlos Pursals

Reputation Strategist

Fotos: Shutterstock