La tecnología nos regala una disrupción de velocidad exponencial e impacto imprevisible que cambiará buena parte de nuestras vidas. Un despertar constante de innovaciones sorprendentes que invadirán nuestro día a día. Ante este escenario, uno puede reaccionar de dos maneras: formar parte del nuevo mundo o dejarse llevar. ¿Cuál escoges?