Nadie pone en entredicho que el llamado tercer sector (ONG’s y Fundaciones) son clave para el desarrollo social y económico de una sociedad. Nadie pone en entredicho la labor que llevan a cabo y la sustitución que hacen de los deberes que corresponderían al Estado, y que gracias a este sector se están cubriendo muchas necesidades.

Teniendo estos principios muy claros, también es de recibo explicar que las ONG’s (no todas ellas, por supuesto) han tendido durante muchos años a tener una dependencia en sus ingresos por parte de fondos públicos, sin trabajar en profundidad las reformas internas necesarias para cambiar esa balanza y así conseguir que la mayoría de fondos provinieran del sector privado en lugar del ámbito público.

Ahora les entrarán las prisas después de leer que, según un estudio de Esade, PWC y la Caixa, la falta de financiación puede acabar con la actividad de una de cada cuatro ONG’s debido fundamentalmente a su caída de los ingresos.

Por lo que parece algunas ONG’s están obligadas a desaparecer, con el problema que ello conlleva de dejar de prestar servicios a personas muy necesitadas, y otras ONG’s están obligadas a fusionarse para poder existir. Conociendo a algunas de ellas, veo difícil esta situación ya que suelen primar más los intereses de cada una de ellas en lugar de pensar en un futuro diferente.

Para poder cambiar esta tendencia, las ONG’s no tendrían más obligación que invertir recursos en construir su reputación de marca, al igual que cualquier otra marca lo haría. Pero además en su caso deben construir esa reputación desde estrategias que les puedan otorgar credibilidad y confianza ante posibles donantes privados, sean personas o empresas: la transparencia y la rendición de cuentas son imprescindibles.

Solo de esta manera se podrá lograr, por ejemplo, que se incremente ese 9% de ciudadanos españoles que colaboran regularmente con alguna ONG a un porcentaje del 15/30% de los ciudadanos de otros países de nuestro entrono que si colaboran regularmente con alguna ONG.

También deben trabajar dichas estrategias de reputación para acercarse al sector empresarial que es el que les puede ayudar a conseguir esos fondos que les permitan seguir ejerciendo su labor humanitaria.

Solo depende de ellos que lo puedan conseguir y de la voluntad que pongan en ello, pero hay que invertir en reputación para sobrevivir en un entorno tan complicado como el actual donde no sirve aplicar las “recetas” del pasado sino que hay que repensar las cosas de otra manera.

Estoy convencido que invirtiendo en reputación, las ONG’s podrán conseguir sus objetivos.

*Más sobre Reputación de Marca en http://www.reputaciondemarca.com

Carlos Pursals