(Recomendamos la lectura previa de los capítulos anteriores de Planeta Marca)
Los productos y servicios identificables por su nombre propio son los componentes de la flora y fauna del Planeta Marca, sus entes vivos. Y existen millones de especies y billones de individuos; algunos viven cientos de años (los que están bien alimentados y protegidos) y otros tienen ciclos muy cortos o desaparecen tras su alumbramiento.
¿Qué elementos clave convierten a estos productos en auténticos habitantes de nuestro planeta marca?
Debemos distinguir dos grandes divisiones: la material externa y la intangible o “espiritual”. Esto al margen de sus características intrínsecas como producto. Un ser humano o cualquier ser vivo es interiormente un conjunto de órganos y otros componentes más o menos grimosos y ocultos, pero es distinguible e identificable siempre a través de su aspecto (material externo), llamémosle diseño, y su carácter y valores, lo intangible.
La parte material externa de cualquier producto la conforman su nombre comercial, logo, símbolos, envases, embalajes (sí, la carrocería de un vehículo es también un envase, cualquier diseño lo es) y publicidad.
Haremos unos breves comentarios acerca de cada una de estas características físicas:
¿Son el logo y el nombre tan importantes?: ¿son IBM, HP, LG, it&t, GM, BMW, GE, UPS…nombres especialmente atractivos? ¿Lo son realmente sus logos? Sin embargo, son auténticos líderes mundiales. Los analgésicos se pueden llamar “Actron” que también sería un buen nombre para ordenadores; los detergentes, “Mistol”, que le podría haber valido a una petrolera; y las colonias, “S-3” aceptable también para un modelo de automóvil.
¿Y los símbolos?: estrellas, animales, frutas, flores, figuras geométricas, abstracciones… ¿De verdad son algo tan atrayente o novedoso? ¿Son exclusivos de alguien? Los comparten fabricantes de coches y aseguradoras, líneas aéreas y marcas de ropa, editoriales y refrescos…
Un léon de cine y un león que vende seguros.
Dicen que, en muchas ocasiones, el envase es el producto. Parece demostrado: perfumes, bebidas, alimentos gourmet, relojes…. Hay quien colecciona envases y los idolatra. Por algo será. Pero, ¿de verdad marcan toda la diferencia?
¿Qué decir de la publicidad? Por definición, efímera. Y, sin embargo, recordada durante años. No necesariamente por su estética o su calidad técnica. Convertida ya en objeto decorativo, en arte industrial.
Los seres vivos que habitan nuestro Planeta Marca comparten todos estos elementos. Incluso usted lector con su nombre y apellidos, con su aspecto físico, con su propio logo en la firma y con su fecha de fabricación y número de identificación en su tarjeta de identidad.
La respuesta a todas estas preguntas es sencilla y demostrada: todos y cada uno de estos elementos son importantes, muy relevantes, probablemente definitorios de muchas claves del éxito.
¿Pero son definitivos? Esto le veremos en el siguiente capítulo.
Si te has perdido alguno, puedes volver a leerlos aquí
Ignacio Ochoa
Consejero Delegado en Branward®
Autor del libro “Planeta Marca”
Fotos: superfamous.com