En la misma naturaleza humana está el crecimiento, el progreso. Lo mismo ocurre en los negocios, una de sus métricas es también el crecimiento. Sin embargo, a menudo el crecimiento genera complejidad y ésta acaba transformándose en un limitador para el propio crecimiento. Esta es su paradoja, que explica que solo una de cada nueve compañías ha obtenido crecimiento rentable en la última década, según se desprende de recientes estudios. Y veáse que en un 85% de las ocasiones los directivos lo atribuyen a problemas internos.
El crecimiento requiere de un modo de pensar diferente, donde los fracasos son parte del aprendizaje y no consecuencia de no ser inteligentes. Esta visión promueve la experimentación, con el convencimiento de que el factor de la inteligencia debe practicarse y junto a las capacidades profesionales requiere tiempo y experiencia. Permanecer en la zona de confort es el principal enemigo del crecimiento.
Marco de crecimiento de una marca
Para desarrollar una eficaz estrategia de crecimiento, el primer paso siempre será identificar muy bien la posición actual, conocer detalladamente el adn de la marca, saber cuáles son los valores y los principios que nos rigen, extraer lo que nos hace diferentes. Marca y negocio van de la mano, así que una auditoría exhaustiva de la salud de la marca es un magnífico principio. Esto permitirá alinear la estrategia de crecimiento con el adn de la marca. El siguiente paso requiere una comprensión acertada de las necesidades no satisfechas de los clientes. Cruzando los avances anteriores será posible identificar cuáles de nuestras capacidades pueden dar solución a las demandas; qué es lo que hacemos realmente bien y cómo podemos obtener rendimiento de ello.
Evidentemente no debemos olvidar el análisis de mercado, las tendencias sociales y de consumo, ni las previsiones de crecimiento del sector. Debería ser un estudio de marca y negocio realmente honesto, no tiene sentido engañarse, con un enfoque desde diversas ópticas y que conduce a una hoja de ruta sobre el próximo futuro.
Principios fundamentales para el crecimiento de una marca
En cualquier caso, dinamizar el potencial de crecimiento de una marca implica también comprender cómo ha crecido ésta con anterioridad y cuáles son los retos a qué debe enfrentarse próximamente. Y en la actualidad, debe contemplar obligatoriamente 4 principios fundamentales.
1- Resiliencia
La capacidad de superación es la pieza fundamental para el crecimiento de una marca. No es algo innato y obedece a:
- Tener un claro sentido de propósito, por qué se hace lo que se hace.
- Reconocer que no es posible controlarlo todo.
- Desarrollar la habilidad de la adaptación.
2- Agilidad
No se trata solo de velocidad, sino de encontrar la mejor manera de desarrollar las capacidades del modo más eficiente, para solucionar las demandas del mercado
3- Flexibilidad
Se trata de encontrar el adecuado equilibrio entre lo absoluto y lo flexible, para maximizar las oportunidades encontrando oportunidades en cada circunstancia.
4- Simplicidad
El crecimiento acostumbra a ir ligado a mayor complejidad en el tiempo con la consecuente pérdida del foco original. Mantener situaciones complejas es la mejor manera de evitar hacerlas más sencillas. Realmente, el poder de las ideas más simples es hoy, sin duda, más importante que nunca.
En la búsqueda del crecimiento de una marca rara vez se trata de cambiar la esencia, sino más bien de concentrarse en cómo lo que somos y lo que hacemos mejor se adapta a las demandas del mercado, de acuerdo a los principios fundamentales mencionados. En muchos casos requerirá todo un cambio de mentalidad.
Carlos Puig Falcó
CEO de Branward®
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