La gente rige su vida por la vertiente emocional. Y no quepa duda de que algunas de esas emociones son verdaderos catalizadores de compra. Por este motivo, el Brand Management debe considerar cómo integrar plenamente las emociones en las estrategias de branding. Pero esto no es tan sencillo como decidir que queremos apelar a la “Felicidad”, hacer una campaña en torno a ella y esperar que lluevan las ventas.
La llave para que las emociones tomen valor parte de integrarlas en la misma definición de la promesa y personalidad de marca, así como en los beneficios que la marca ofrece. Todo debe estar conectado y orientado hacia despertar las emociones de los clientes.
Es necesario que los productos o servicios incluyan una dimensión emocional. No vendemos ordenadores, vendemos una ventana al mundo; no vendemos helados, vendemos un momento refrescante para sentirte bien… Sin ninguna duda, hoy es necesario vender algo que mejore de alguna forma la vida de la gente. Para conseguirlo hay que hacerles sentir –no solo pensar- que somos la solución a alguno de sus problemas.
Vivimos de lleno en el mundo de los sentimientos. Feelings, lo llaman en inglés. Cómo se entiende si no que estemos dispuestos a pagar más del doble por un café en Starbucks… ¿Por su café? Está claro que no. Según ellos su negocio está en inspirar y nutrir el espíritu humano…
Será necesario decidir en qué tipo de emociones queremos centrar la promesa, los mensajes y la experiencia de marca. No es posible asumir de entrada que “Felicidad” es un sentimiento general válido para cualquiera. Una elección equivocada puede significar un rotundo fracaso.
Entonces, ¿qué necesitamos tomar en cuenta para construir una buena estrategia de Branding Emocional? Aquí os dejo 5 tips para empezar.
- Centra el foco
Piensa en la gente y no en los consumidores. El primer principio de Apple es la empatía, una conexión intima con los sentimientos del cliente.
Piensa en experiencia más que en productos. Piensa en diálogo más que en información.
https://www.youtube.com/watch?v=4VZ43Y78RC0
- Haz que apetezca compartir tu comunicación
Compartir es la base de la nueva economía y a la vez es la mejor promoción para tu marca. La gente cree más lo que otros comparten y opinan que lo que las marcas cuentan. Dove con “Belleza real” consiguió más de 170 millones de visualizaciones en Youtube, en solo un año. Aquí puedes ver el case study de la campaña Dove: Real Beauty
- Descubre las válvulas emocionales de tus clientes
Piensa en tus clientes ideales (recuerda que hablamos de personas). Selecciona tres o cuatro válvulas emocionales que pueden compartir. Si necesitas ayuda, te recomiendo la lectura de Hot Button Marketing, de Barry Feig. Además te invito a leer estas pistas para construir los valores de una marca.
- Cuenta una historia
Las marcas se construyen a partir de historias que importan. Las historias de Toms no dejan impasible a nadie porque todos sabemos que las mejores historias son las que continúan con nosotros una vez cerramos el libro.
Igual ocurre en los negocios. Queremos que el cliente se acuerde siempre de nosotros. Nuestra historia tiene que hacerle sentir lo que esperamos que sienta.
- Que no queden indiferentes
No se trata de la información que les das, sino del sentimiento que les queda. Construye un link entre tu producto y las emociones de tus clientes, y ese sentimiento perdurará. BMW lanzó su campaña “Te gusta conducir” hablando solo del placer de conducir, sin mostrar ningún vehículo.
La próxima vez que te veas tentado a contar las bondades de tu producto piensa que los clientes no son solo seres racionales, el factor emocional es el que liga a tu marca con sus corazones.
Carlos Puig Falcó
Presidente de Branward®
Fotos: Shutterstock